diciembre 2017


La próxima conjunción de la Luna y Marte será el día 13 de Diciembre sobre las 18:42 hora peninsular española (17:42 UTC) a 3,5 grados a esa hora no visible.

No será visible a la hora del máximo, la mejor hora para verlos juntitos será ese día 14 entre las 5  y las 7 de la mañana. La Luna y Júpiter estarán en conjunción el día 14 a las 17:00 horas a 3,5 grados y no será visible a esa hora por eso para verlo la mejor hora es sobre las 7:00.

Luego el 14 al amanecer, sobre las 7 de la mañana podemos ver a la Luna , Júpiter, Marte y Spica en un pañuelo. Este día coincide con el máximo de las Gemínidas.

Buenos Cielos.

Imagen tomada de Stellarium

La noche anterior día 13 también es una estampa bonita.

Imagen tomada de Stellarium

 

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Lluvia de meteoros Gemínidas. Actividad desde el 7 de Diciembre hasta el 17 de Diciembre con el máximo el 14 de Diciembre. La tasa horaria es de 120 meteoros. El radiante se encuentra en la constelación de Gémini, con coordenadas de AR= 112 grados y DEC= 32,58 grados. Asociada con el asteroide  (3200) Phaeton.

El máximo es el día 14 a las 7:11 hora peninsular española (6:11 UTC) , Géminis será visible desde el anochecer sobre las 20:00 horas por el horizonte Este, y estará visible casi toda la noche, sobre la hora del máximo estará por el oeste pero aún bien alto, la Luna estará poco molesta durante toda la noche pues sale por el Este después de las 4:30, en cuarto decrececiente próximo a Luna Nueva (día 18). Además a la hora del máximo estará en el extremo opuesto a la lluvia.

Esta lluvia es de las más agradecidas en cielos con poca contaminación lumínica pues son frecuentes durante varios días antes y después del máximo (del 12 al 16), durante varias horas de la noche entre las 2 y las 7 de la mañana están bastante altas sobre el horizonte, y la velocidad media de los bólidos hace que se vean bien los trazos.

Más información en SOMYCE y en OAN puedes consultar la guía y el gradiente, si quieres puedes participar contando meteoros.

Imagen tomada de Stellarium

 

 

El día 22 de Septiembre con la entrada del Otoño nuestra agrupación tomo rumbo a la cercana ciudad de Chiclana de la Frontera para ver la puesta de sol desde un Punto Mágico en el Equinoccio de Otoño como ya publicamos en Septiembre.

Bien, aquí os presentamos los resultados, cinco de nosotros participamos en el evento, Andrés y Lupe, José Luis, Marta  y Agustín que os lo relata.

Estas son nuestras mejores fotos de aquel día

La Luna también quiso estar presente.

Una de estas fotos ha sido selecciona por AGAFONA (Asociación Gaditana de Fotógrafos de Naturaleza) para su calendario 2018.

Pronto nuestra Agrupación también sacará su Calendario.

 

 

 

Admirad esta maravilla de foto.

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Es una imagen de la Nebulosa Medialuna producida por nuestro compañera Lupe Fernández. Hipnotizaos con la intensidad de los colores de sus radiantes estrellas. Sentid la blanda textura del polvo y del gas que las circundan. Perdeos en la intrincada estructura de las ondas de choque de esa soberbia nebulosa, semejante a un trilobites flotando en un mar de éter.

Y ahora, decidme, ¿verdad que os encantaría poder captar por vosotros mismos una imagen como esa? ¿No es cierto que se os mueve el espíritu para colocar vuestra cámara detrás del telescopio?¿No os emocionaría el poder ser capaces de capturar por vosotros mismos una belleza cósmica semejante?

Pues, amigos, lamento bajaros a la tierra: esto de la astrofotografía —creedme— no es para cualquiera.

Para ser un astrofotógrafo aficionado, hay que hacer investigación de productos ópticos, mecánicos e informáticos; hay que gastar miles de euros en adquirir el equipo; hay familiarizarse con él y adaptarlo a nuestras necesidades; hay que conocer aplicaciones y técnicas de seguimiento, captura y procesado; hay que manejar con soltura conceptos como deconvolución, debayerizado, o reconstrucción lineal variable de píxeles, hay que almacenar, mover, montar y desmontar material pesado, frágil y sofisticado; hay que realizar mil ensayos e incurrir en mil errores; hay que calcular minuciosamente —para cada imagen— localización, encuadre, enfoque y exposición; hay que recorrer kilómetros para desplazarse a sitios alejados de la contaminación lumínica de las ciudades; hay que alinear con sumo cuidado la montura y la óptica; hay que pasar muchas frías noches en vela realizando constantes comprobaciones: yendo del monitor a la montura, de esta al telescopio guía, de este a la cámara y de esta de vuelta al monitor; hay que realizar decenas de tomas para cada imagen; hay que procesar las imágenes capturadas, organizarlas y publicarlas

Y, cuando ya se ha alcanzado la maestría suficiente, rezar para que nada falle. Las contingencias que pueden arruinar una foto laboriosamente preparada se cuentan por decenas: humedad, vientos racheados, nubes, calima, turbulencia atmosférica, estelas de aviones, faros de coches, agotamiento de baterías, errores de software, problemas de seguimiento, fallos mecánicos, enfoques inadecuados. Es tristemente habitual que, en ese momento mágico cuando la noche es perfecta, el cielo está sereno y las estrellas relucen como diamantes, cuando hemos logrado una alineación perfecta, cuando tenemos el objeto a fotografiar primorosamente encuadrado y enfocado, nos encontremos con que un tornillito mal colocado, un driver que ha dejado de funcionar con la última actualización del sistema operativo o un cable olvidado en casa arruinan por completo nuestras más ilusionadas expectativas. El protocolo para producir una foto astronómica tiene decenas de puntos críticos. Si cualquier de ellos falla, sencillamente no hay foto.

Ah, y si todo sale bien, con suerte se puede obtener una foto por noche. Es habitual que algunas fotos requieran series de tomas a lo largo de varias noches.

Pero entonces, vamos a ver: ¿es que no hay una forma más facilita de hacerle fotos al cielo? ¿No podrá ser la astrofotografía sencillamente una afición divertida a la que echar un ratito los fines de semana que se pueda? ¿No podrá estar al alcance de un ser humano común, con las obligaciones laborales y familiares y las limitaciones temporales, financieras e intelectuales de cualquier hijo de vecino?

Vale, ahora mirad esta otra foto. Se trata de la Vía Láctea en la constelación del Unicornio.

Monoceros

Esta imagen se ha realizado con una sencilla cámara réflex Canon 500D montada sobre un trípode común. El tiempo total invertido en colocar la cámara, enfocar, encuadrar y realizar las tomas no ha pasado de los 10 minutos. El tiempo de postprocesado ha sido aproximadamente de 20 minutos, de los cuales la mitad se han consumido en el apilado con DeepSkyStacker —un software gratuito de tratamiento de imágenes astronómicas con funcionalidades muy limitadas, pero que lo hace prácticamente todo solo— , y la otra mitad en el retoque con Lightroom, una aplicación de fotografía digital de propósito general y de amplísima implantación.

Sin duda, esta imagen carece del cautivador atractivo visual de la anterior. Pero han salido en ella, literalmente, decenas de miles de estrellas; muchísimas más de las que el ojo humano puede alcanzar. Y hay nebulosas de emisión (Rosetta), de reflexión (el Cono) y oscuras. Y también cúmulos estelares. Es una foto astronómica de pleno derecho. Tanto, que se puede hacer astrometría con ella.

Análisis astrométrico de la Vía Láctea en Monoceros

Pues sí: al final, resulta que se puede hacer astrofotografía sólo con una cámara, un trípode y un software relativamente sencillo, y obteniendo resultados gratificantes en un tiempo ridículo. Sólo hace falta elegir las técnicas adecuadas, aplicando el criterio de reducir los recursos tanto como sea posible, teniendo siempre en mente un nivel mínimo de calidad al que no se está dispuesto a renunciar. Una forma distinta de practicar esta afición, a la que podríamos denominar astrofotografía minimalista.

En la misma noche en que se tomó esta foto, por cierto, se obtuvieron nada menos que 13 imágenes, todas ellas de parecida factura. Incluso quedó tiempo pasar un rato observando. Con prismáticos, por supuesto: una vez que uno ha decidido abrazar el minimalismo, ya es que lo tiene que aplicar a todo.

Alcalá 1711