Siempre que me acerco a una obra de ciencia-ficción, ya sea literaria o cinematográfica, siento el impulso, quizás malsano, de buscar errores de guión y, sobre todo, incongruencias con las leyes de la física.

Muy raras veces encuentro una película que pase con nota ese escrupuloso escrutinio. Filmes como “2001 Una odisea espacial” de Stanley Kubrick, con ese exquisito cuidado en el cumplimiento de las leyes de la física, he visto muy pocos.

Casi siempre los directores de cine, sobre todos americanos, olvidan que una nave en el espacio no hace ruido, que en otros planetas no tiene por qué haber la misma gravedad que en la Tierra y que no se puede viajar de un punto a otro de la galaxia de forma instantánea. Todo sea por el espectáculo. Siguen a rajatabla la máxima: “no dejes que la verdad estropee una buena historia”.

En su momento, hace más de 30 años, disfruté con “Alien, el octavo pasajero” del mismo director de Prometheus, Ridley Scott. Aunque, para mí, Alien no era película de estricta ciencia-ficción,  tenía un buen planteamiento y una buena puesta en escena.

Recientemente, y como preparación para ver Prometheus, he vuelto a ver Alien.

He de decir que el tiempo no pasa en balde, ni para la película ni para mí. Errores que pasaron desapercibidos en su momento se me antojan ahora infantiles. Pero no estoy aquí para hablar de Alien sino de Prometheus. Tenía la esperanza de que con Prometheus iba a tener más problemas para encontrar incongruencias y disparates, pero no ha sido así.

Alto aquí. Antes de seguir, quiero avisar a los que todavía no han visto Prometheus y quieran verla, que si siguen leyendo estas líneas pueden recibir información que les haga perder interés al descubrirles parte del argumento. Avisados quedan.

PLANTEAMIENTO

La primera escena de la película muestra un ser de aspecto humano junto a unas cataratas que, después de ver alejarse una nave espacial, toma un brebaje oscuro que lo destruye internamente cayendo al agua y dispersando sus fluidos en la corriente. Del resto de la película se deduce que el suicida pertenece a la especie de los “ingenieros” y que gracias a su sacrificio, nosotros estamos aquí divagando. Son nuestros creadores.

Pero, ¿cuándo?

Se me ocurren dos opciones:

A) Sembraron la vida en la Tierra hace más de 3.000 millones de años.

En ese caso parece imposible que sigan teniendo el mismo aspecto en la actualidad.

También es mucho esperar que el resultado de la evolución a partir de esa semilla que dejaron sea tan parecido a su “creador”. Cabeza, tronco, dos brazos, dos piernas, bípedo. A su imagen y semejanza, literalmente.

B) Sólo intervinieron recientemente, hace menos de un millón de años para  hacernos pasar del simio al hombre de forma muy similar a lo que pasaba en 2001 de Kubrick.

En ese caso, qué casualidad que los simios sobre los que actuaron fueran ya tan parecidos genéticamente a los “ingenieros”.

Y ¿cómo?

A) Premeditadamente.

Si nos crearon de forma voluntaria, ¿era necesario destruir a uno de los suyos para sembrar la vida en un planeta desierto o afectar a la evolución ya en marcha?

B) De forma accidental.

Si luego de crear o trastocar accidentalmente la evolución de la vida en la Tierra no volvieron a aparecer por aquí, ¿cómo es que diferentes civilizaciones conocían la posición de las estrellas que indicaban la posición de la luna a donde viajó la nave terrícola?

¿Por qué señalar esa luna inhóspita cuando no era el lugar de origen de los “ingenieros” si no una base más de sus naves?

¿Por qué señalar esa posición si no era visible desde la Tierra por su distancia?

Por otro lado, las estrellas forman configuraciones, asterismos, que varían con el tiempo. 35.000 años son muchos años.

CHAPUZAS

De las pinturas rupestres y demás iconografía en las sucesivas civilizaciones antiguas se deduce que los “gigantes” acompañaron al hombre en su proceso de desarrollo.

Tantas molestias se tomaron, ¿para al final querer destruirnos?

A lo mejor lo decidieron al ver una tripulación tan imprudente y tan falta del menor rigor científico.

¿Qué clase de expedición científica hace esa chapuza de tratar un ecosistema alienígena desconocido con menos prudencia y sentido común que lo haría un grupo de alocados adolescentes?  Por no decir colocados adolescentes.

FÍSICA BÁSICA

La gravedad abordo. Llegamos aquí a uno de los mayores retos con los que se enfrenta todo aquel que hace una película con escenas en una nave espacial. Sólo hay dos formas de producir pseudogravedad 1G en una nave en el espacio.

1) La nave está acelerando o frenando su velocidad con una aceleración cercana a 9.8 m/s2

2) Parte de la nave está girando sobre un eje a tal velocidad que la llamada “fuerza centrífuga” tenga la misma intensidad que la gravedad terrestre. Este sistema fue empleado magistralmente por Kubrick en 2001.

Ninguno de los dos casos se da en Prometheus.

De hecho, en la escena en que la nave llega a su destino, los objetos que hay sobre una mesa se desplazan lateralmente al frenar la nave por lo que no se usa el primer sistema.

AERODINÁMICA

La nave que aterriza no es nada aerodinámica y aunque al final utiliza los retrocohetes para tomar tierra, durante todo su vuelo anterior no tiene sustentación aerodinámica.

OTROS ERRORES DE GUION

Se supone que en esta película la tecnología es menos desarrollada que en Alíen. Al menos 30 años más antigua y no es así. Si no volved a ver Alien y comparad los teclados y pantallas que usaban con los que aparecen en Prometheus.

Por otro lado, ¿cómo es que no se conocen los tripulantes antes de salir al espacio?

¿A quién se le ocurre montar una misión interestelar sin hacer el más mínimo análisis psicológico a todos los miembros de la tripulación y sin informarles de por qué iban allí?

¿Qué sentido tiene que el androide coma o aprenda idiomas mediante un aprendizaje parecido al humano? ¿Desde cuándo un sistema informático necesita aprender un idioma? Basta con cargarle un programa y listo.

Si han hecho al robot tan parecido al hombre para que sea indistinguible de un ser humano y su presencia no altere psicológicamente a sus compañeros ¿Por qué le dicen a la tripulación que es un robot a la primera de cambio?

ARMAMENTO BIOLÓGICO

¿Son los aliens un arma biológica de los “ingenieros”?

Si son un arma, están incumpliendo una de las reglas básica de la guerra biológica:
“Protege a tus soldados de tus propias armas”. Ya sean con vacunas o antídotos los “ingenieros” deberían ser capaces de permanecer inmunes a los aliens.

Si de verdad querían destruirnos y eran tan avanzados en biología les hubiera sido mucho más fácil acabar con nosotros mediante una pandemia vírica, pero, claro, eso da mucho menos juego en la gran pantalla.

Esta lista de errores no es exhaustiva y se podría ampliar fácilmente.
Invito al lector que lo haga.