Una vez al mes, la Luna pasa por Virgo. Y, desde septiembre de 2009 hasta agosto de 2013, coincide en su paso mensual por esta constelación con el planeta Saturno.

El 10 de junio de 2011, el lento discurrir de Saturno lo hizo acercarse a la estrella Pórrima (γ Virginis) hasta tan sólo 15 minutos de arco (la mitad del radio de la Luna llena). Los dos astros daban la impresión de formar una estrella doble particularmente llamativa en el cielo, situada en una esquina de la constelación, con la Luna creciente flotando por debajo.

La Luna y Saturno junto a Pórrima en Virgo

La obtención de la imagen del evento no ha sido sencilla, ni el resultado es brillante. El triple efecto negativo de la Luna, iluminada en un 71% de su disco, la contaminación lumínica del centro urbano y el resplandor de las luminarias urbanas próximas impidió que en la imagen apareciesen las estrellas de magnitud superior a la 5ª, de modo que sólo 13 estrellas se pueden ver. No obstante, el empleo de un procesado agresivo en curvas y niveles ha permitido obtener una imagen del cielo de Virgo similar a la que se apreciaba a ojo desnudo.